PERMANENTE
INMEDIATO
NO QUIRÚRGICO
LA MEDICINA ENERGÉTICA A TU ALCANCE
La Biorresonancia no trata enfermedades, trata a las personas activando las fuerzas de autorregulación, eliminando las toxinas y organismos patógenos (virus, bacterias, etc.). La meta final es la auto curación y no solo la eliminación de los síntomas, como ocurre en otros tipos de terapias.
El equipo de Biorresonancia posee un filtro que separa las oscilaciones fisiológicas de las patológicas y según el tipo de programa puede invertir la onda senoidal que representa la patología particular del paciente y eliminarlas, lo que significa, ayudar al proceso de regulación del organismo.
Esta terapia ha sido probada para gran cantidad de afecciones, entre ellas podemos mencionar: Enfermedades inmunológicas. Alergias e intolerancias y en procesos inflamatorios relacionados con estas (Crohn, sinusitis crónica). Dolor e inflamación articular, para recuperación de lesiones deportivas o en la preparación para el esfuerzo antes de una competición, en procesos reumáticos, migrañas/cefaleas. Trastornos del estado general, cansancio o disminución de la capacidad de trabajo, estrés, trastornos del sueño, problemas de concentración o aprendizaje, debilidad inmunológica, tratamiento de tabaquismo y otras adicciones. Trastornos digestivos. Problemas dentales. Problemas respiratorios. Depresión. Control de peso. Trastornos ginecológicos. Algunos tumores.
Cuando hablamos de la efectividad debemos ser cuidadosos y considerar varios factores, ya que la cantidad de terapias que se apliquen depende del tipo de enfermedad, del tiempo que tiene el paciente con la afección y los daños que esta haya ocasionado. Para ver resultados en padecimientos agudos, se calcula que son necesarias 5 sesiones de hora y media. En los casos de enfermedades crónicas, se calculan 10 sesiones de hora y media cada una para notar resultados favorables.
En la actualidad, las opciones para curar o tratar algunas patologías aún son limitadas. Ahora bien, es cierto que los avances científico-tecnológicos en las áreas relacionadas con la salud contribuyen cada día más a tratar enfermedades que hace dos décadas eran imposibles de diagnosticar.