PERMANENTE
Inmediato
No quirúrgico
El sistema miraDry es el único tratamiento aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. que reduce drásticamente el sudor en las axilas. ¿Cómo lo hace? Tratando la causa raíz del sudor excesivo en lugar de los síntomas.
¿Cómo funciona?
miraDry aplica energía térmica en las glándulas sudoríparas de las axilas para eliminarlas.
Una vez eliminadas estas glándulas, no vuelven a regenerarse.
El tratamiento dura aproximadamente una hora y se ven los resultados resultados tras una sola sesión.
No obstante, como ocurre con cualquier procedimiento médico, tu doctor determinará el mejor protocolo para obtener los mejores resultados.
Se administra anestesia local para asegurar la máxima comodidad durante el tratamiento.
Un tatuaje temporal se usa para marcar la piel en preparación para el tratamiento
El área se trata con miraDry, eliminando las glándulas de sudor y olor en las axilas
Una vez que la axila está anestesiada, el médico ubicará el cabezal directamente sobre tu piel, alineándolo con el tatuaje o marca provisorio que se colocó en tu axila.
A continuación, se activa el cabezal. Sentirás una leve succión a medida que tu piel y tus glándulas se acercan a la superficie para obtener los mejores resultados.
Finalmente, se aplica la energía térmica, lo que elimina las glándulas sudoríparas y odoríferas. En todo momento, el sistema mantiene la zona fría para proteger tu piel y maximizar tu comodidad.
La aplicación de toxina botulínica o bótox ha demostrado utilidad en la hiperhidrosis de axilas y palmas. Su mecanismo de acción consiste en un bloqueo de la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, cesando la producción de sudor entre el segundo y cuarto día después de la infiltración
El problema se produce cuando la sudoración se vuelve excesiva y no de forma acorde a la temperatura. Es lo que se conoce como hiperhidrosis.
“La sudoración excesiva o hiperhidrosis es un problema que afecta en torno al 2 o 4 por ciento de la población, resultando más común en adolescentes y adultos jóvenes y no siendo extraño que puedan presentar antecedentes familiares. Este trastorno se inicia habitualmente en la infancia temprana y suele diagnosticarse en la adolescencia, persistiendo durante toda la vida si no se trata”, explica a CuídatePlus Pilar Soro, dermatóloga del Hospital Vithas Medimar Internacional (Alicante) y miembro de la Unidad Integral del Tratamiento de la Hiperhidrosis del citado centro.
La hiperhidrosis primaria, especifica esta especialista en Dermatología, se define como un exceso de sudoración por encima de lo requerido para el control normal de la temperatura corporal. Afecta generalmente a las palmas de las manos, axilas, plantas de los pies y región facial, regiones donde más densidad de glándulas sudoríparas tenemos.
Soro recalca que es fundamental diferenciar la hiperhidrosis primaria de la secundaria, en la que debido a diferentes enfermedades (hipertiroidismo, diabetes mellitus, infecciones, etc.) se produce un exceso de sudoración secundario a las mismas, y cuyo tratamiento difiere del que se expone a continuación.
Su causa exacta se desconoce, pero se ha podido comprobar que en los pacientes que la padecen existe un exceso en la señal del sistema que regula la sudoración (sistema nervioso autónomo simpático), así como una mayor sensibilidad de las glándulas sudoríparas a dicho estímulo.
Según la dermatóloga de Vithas Medimar Internacional, “la hiperhidrosis primaria interfiere de modo significativo en la calidad de vida, puesto que afecta a las actividades diarias de los pacientes, a sus relaciones sociales y personales, y al ámbito laboral. Además, cuando se suda es más fácil que se produzcan lesiones como rozaduras, sudaminas y eccemas – provocadas por el rozamiento de la piel- que pueden resultar tediosas de tratar”.
El tratamiento quirúrgico actual de esta enfermedad consiste en la simpatectomía toracoscópica bilateral, opción que se reserva para los casos graves y que presenta unos resultados excelentes. “Es una técnica mínimamente invasiva en la que a través de una única incisión de 1 centímetro por debajo de cada axila, y mediante una cámara, se accede al interior del tórax, seccionando la cadena nerviosa que transmite la señal excesiva”, detalla la especialista en Dermatología.
La intervención se lleva a cabo el mismo día del ingreso hospitalario, sin necesidad de drenajes postoperatorios y con una tasa muy baja de complicaciones. La recuperación es rápida, de modo que la mayoría de pacientes pueden ser dados de alta al día siguiente de la operación. El dolor originado es mínimo y controlable con analgésicos de uso común, y en una semana el paciente puede estar desarrollando su actividad habitual sin limitaciones.
Ocasionalmente tras la intervención puede aparecer la llamada sudoración compensatoria, que consiste en un incremento en la sudoración en otras regiones del tronco (espalda, abdomen o muslos). Cuando ocurre suele ser bien tolerada por los pacientes y apenas interfiere en la calidad de vida.
“Los resultados estéticos son excelentes y apenas visibles. La resolución de la hipersudoración es inmediata, comprobando el paciente al despertar de la anestesia como sus manos o sus axilas se encuentran nuevamente calientes y secas”, concluye la especialista de la Unidad Integral del Tratamiento de la Hiperhidrosis.
Existen diferentes formas de tratamiento que consisten, en un principio, en la aplicación de desodorantes antitranspirantes basados fundamentalmente en cloruro de aluminio. “Cuando esta opción resulta ineficaz, existen otras alternativas terapéuticas dependiendo de cada paciente: medicamentos orales, aplicación de toxina botulínica (bótox) o incluso la cirugía”, enumera Soro.
“La aplicación de toxina botulínica o bótox ha demostrado utilidad en la hiperhidrosis de axilas y palmas. Su mecanismo de acción consiste en un bloqueo de la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, cesando la producción de sudor entre el segundo y cuarto día después de la infiltración”, señala la dermatóloga.
No obstante, reconoce que se trata de un bloqueo temporal, con efecto durante seis meses aproximadamente.
El tratamiento con toxina botulínica para sudoración excesiva es de fácil aplicación, con mínimos efectos secundarios y una alta efectividad en pacientes con hiperhidrosis primaria focal, “contemplándose como una opción intermedia entre el tratamiento conservador y la cirugía”, comenta Soro.